jueves, enero 04, 2007

Llorar en otros ojos


Yo sí, podría decir que he tenido un poco más de suerte… después de tanto tiempo, ya era hora, ¿no?

¿Mi mujer? Si, ahí está ella… tan callada como siempre, tanto así que yo a veces ni la siento. Vivo enamorado, y la verdad, es algo muy raro en mí; sabes como soy. Sabes que esto del amor en el fondo produce inseguridad, y toda esa vaina. Todos tenemos miedo a enamorarnos o ¿no? Ha sido uno de los problemas que siempre he arrastrado. Pero créeme; con ella las cosas son distintas. Pareciera que hubiese sido creada para consolarme por las noches del eterno invierno de mi vida. Siendo así, me siento feliz… Por ahí debe de estar, haciendo sus cosas. Mira, te cuento como es. Tiene un aura tan deprimente, con sus ojos marcados por el vacío del día a día, su sonrisa tan dolida y ese cuerpo sumamente delicado con el cual soy uno. Ella es quien me consuela cada vez que grito al cielo y nadie oye, ¿O será que nadie quiere oírme? Puta, no sé, tío; pero ella es... ¿No la viste?… ¿No la viste? Acaba de pasar… Tan lúgubre es mi niña que nadie entiende sus pasos, su llanto, su trágica comedia, pero me tiene a mí… a mi soledad, a mi viento, a mis madrugadas, en fin… ¡Salud, pues! Que no espero estar tomando contigo sólo porque ocurrió esta huevada, ¿no? Bueno, como te estaba diciendo… ella es tan exenta de este mundo; sin embargo llena del dolor causado por el germen de éste mismo, creo que a todos nos pasa, ¿no? Alucina que me siento joven con ella, su inocente ternura; a la vez que viejo, por las ganas de querer desfallecer con ella… ¿No la viste por ahí?... A veces es amiga, pues sabes que importantes son los consejos en una relación; otras veces, madre: me cuida como a un niñito; pero deliro cuando es mujer… ¡es tan niña! Por ello será que sólo atino a tomarle de la mano y rozar nuestros labios en la intimidad, soy muy humano para ella. Si huevón… ¿Ya la viste?... Lo mejor de todo es que ella me ama tanto como yo a ella. Ella es más que más, por las caricias en el alma y, el alma en un ir y venir de miradas… Aunque para serte sincero, no se como ella hace para soportarme ja ja ja…

¡Qué pasa! ¿No la vez por ahí? NO HAY NADIE. ¿No la vez? NO HAY NADIE… ¡NADIE! ¿Ah? SI. Perdón, estaba soñando con ella. NO HAY NADIE, NUNCA LO HUBO. A veces sueño lo que no sueño y sueño con lo soñado en un sueño; la vida es parte de ese sueño. ¡Déjame! Ella está ahí.

Ya volví, amor.