A la novela últimamente la dan por muerta. Son diversos los autores o críticos en este ámbito que han rectificado ésta. Incluso se daban tips de cómo debería ser la novela de ahora en adelante.
Pues, ahora que chequeo las noticias, me encuentro con algunas ideas muy interesantes de Jorge Volpi referentes a este tema. A propósito de su último libro de ensayos Mentiras Contagiosas –del que espero pronto tenerlo entre manos-, el autor reflexiona y da una clasificación peculiar a las novelas.
“Están las novelas que te infectan como el virus de la gripe, que las lees y te entretienes durante ese tiempo y después no te vuelves a acordar de ellas. En el otro lado, están aquellas novelas que lees y luego sus personajes, sus temas o sus problemas, siguen presentes, contaminan tu imaginación durante semanas, meses o toda la vida. Estas son las que importa escribir, aunque no siempre se logre.”
Acabando de pasar el siglo donde más novelas se han hescrito, es ilógico decir que la novela esté muriendo; que hayan novelas tal vez no clásicas como para formar un canon, pero aún así siempre hay novelas que trascienden.
Aparte, el escritor mexicano da un golpe certero para todos aquellos que dan por segura la muerte de este género, apuntando a un factor que se toma muy poco en cuenta:
“Pocos instrumentos permiten a las personas, durante unos cuantos momentos, creer que son capaces de comprender o acercarse a la conciencia, a las decisiones, los problemas de otros, como con la lectura de la ficción y eso ya es una función importante de la novela.
“No me parece que la novela, como género, esté en vías de extinción. Resulta reduccionista pensar que las nuevas tecnologías, la brevedad que exigen y la rapidez a la que estamos sometidos, sea contradictoria con la existencia de las novelas clásicas, decimonónicas, que en algún sentido parecen casi dinosaurios pero aún tienen una enorme capacidad para sobrevivir.”
Pues, ahora que chequeo las noticias, me encuentro con algunas ideas muy interesantes de Jorge Volpi referentes a este tema. A propósito de su último libro de ensayos Mentiras Contagiosas –del que espero pronto tenerlo entre manos-, el autor reflexiona y da una clasificación peculiar a las novelas.
“Están las novelas que te infectan como el virus de la gripe, que las lees y te entretienes durante ese tiempo y después no te vuelves a acordar de ellas. En el otro lado, están aquellas novelas que lees y luego sus personajes, sus temas o sus problemas, siguen presentes, contaminan tu imaginación durante semanas, meses o toda la vida. Estas son las que importa escribir, aunque no siempre se logre.”
Acabando de pasar el siglo donde más novelas se han hescrito, es ilógico decir que la novela esté muriendo; que hayan novelas tal vez no clásicas como para formar un canon, pero aún así siempre hay novelas que trascienden.
Aparte, el escritor mexicano da un golpe certero para todos aquellos que dan por segura la muerte de este género, apuntando a un factor que se toma muy poco en cuenta:
“Pocos instrumentos permiten a las personas, durante unos cuantos momentos, creer que son capaces de comprender o acercarse a la conciencia, a las decisiones, los problemas de otros, como con la lectura de la ficción y eso ya es una función importante de la novela.
“No me parece que la novela, como género, esté en vías de extinción. Resulta reduccionista pensar que las nuevas tecnologías, la brevedad que exigen y la rapidez a la que estamos sometidos, sea contradictoria con la existencia de las novelas clásicas, decimonónicas, que en algún sentido parecen casi dinosaurios pero aún tienen una enorme capacidad para sobrevivir.”
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