Punk peruano... qué tal anarquía.

Hace algunos días ingresé a aquel casi místico y viejo bar de “El Florentino”. Que desde su localidad parece estar relacionada con la música -situada al frente del colegio los Reyes Rojos, semillero de jóvenes roqueros-. Después de años que no ingresaba. Hace años…

Obviamente al entrar vi un conjunto de polos negros con el logo de THE RAMONES. Jóvenes de todas las edades con dicho polo. Prácticamente parecía el santo y seña para entrar al local. Aunque claro, también podía ver a ciertos individuos algo ya mayores con camisas, saco y zapatos. Supongo que serían los padres de familia de algún grupo debutante en aquella velada punk. Y por supuesto, junto a sus hermanos, enamoradas e incluso una que otra mascota; todos estos eran su público -no creo que sea malo traer a tu mamá y papá para que te aplaudan toda la noche, no-. En fin, después de una espera, común en todo concierto, comenzó la típica prueba de sonido y tras ésta, la primera banda punk de la noche. Comenzaron con algunos chistes de mala improvisación y luego se dedicaron al sonido chasqueante de la guitarra, con el fondo de una repetitiva y constante batería. La cosa iba bien, sin ser lo mejor que he escuchado, pero iba bien. Todo telonero hace eso, no; y es fáctible. El segundo grupo era perteneciente a los organizadores, liderados por un inmenso gordo que saltaba dando ánimos al publico. Algunos, incluso, comenzaron a foguear en el pequeño local, pero a fin de cuentas, pogueaban. Entonces, cuando terminaron de tocar los jóvenes organizadores del evento, subió al escenario un grupo, "Siosi", que nunca antes había escuchado, ni si quiera alguna canción distribuida por la net. Esta banda tenía en su desenvolvimiento algo distinto, pasando desde el chongo estúpido a lo hilarante refinado. Y empezaron. Aquella estridente guitarra iba más rápido de lo que aparentaba tocar la cara del guitarrista. El baterista sin duda sabía dar unos buenos cambios de tiempo al grupo. Y el bajista, parecido a Paul Pfiffer -a voz del propio vocalista- no se quedaba atrás. Este era el único grupo de la noche que tenía una notoria influencia del lado hardcore de The ramones, y de la rapidez de otras bandas; pero, lo más importante, eran auténticos.

Su sonido era original, tal vez no en el tipo de música; pero si tenían su estilo, su sello de fábrica.

LESIVO. Cuando este grupo empezó a tocar, todos los jóvenes con el logo de The Ramones se retiraron. Incluso algún chibolo anarquista gritó cierta grosería al salir. Claro, los padres de familia y las novias de los otros músicos también salieron del local. La única persona que parecía disfrutar era un viejo que movía el poco cabello que le quedaba a compás del riff de la guitarra. El grupo con más similitudes al Punk de fines de los 70’s era abucheado por los jóvenes punkekes peruanos. Punkukos.